En los pueblos de Dida y Obe, a unos 25 kilómetros de Ziway (Etiopía), los niños se tapan la boca porque tienen los dientes negros. La mayoría sabe que es por culpa de la mala calidad del agua. En la región, dos pozos contaminados suministran este elemento de primera necesidad a una escuela primaria de unos 400 niños, a un centro de recreo, a unas instalaciones de salud materno-infantil y al resto de la comunidad local. En esta zona, el 41% de las fuentes de agua tiene una concentración de fluoruro que excede el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 1,5 miligramo por litro. Las de Etiopía duplican esta cifra. Para solventar este exceso insalubre, se inauguran este sábado dos plantas potabilizadoras en esta zona rural.
LEER ARTÍCULO >