Cincuenta árboles. La primera vez que el anuario estadístico del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recoge la presencia de
aguacates en Málaga es en 1943. Entonces producían 10 quintales métricos —1.000 kilos— al año y la producción se valoraba en 1.500 pesetas. Hoy, la provincia malagueña acumula alrededor de 1,5 millones de árboles en casi 7.000 hectáreas que producen más de 82.000 toneladas anuales. Su facturación ronda los 200 millones de euros.
La comarca de la Axarquía, al este, acumula la inmensa mayoría de este cultivo no solo a escala local, también nacional —hay 12.161 hectáreas en España— y europea —apenas existen 1.500 hectáreas en Portugal y poco más de 200 en Sicilia—. Su rentabilidad ha hecho que la superficie de aguacates siga ampliándose, como el del mango, del que Málaga también es el principal productor europeo. Ambos cultivos, eso sí, se han encontrado un techo: el agua. El clima subtropical de esta área es demasiado seco para ellos. Y, aunque los recursos hídricos embalsados han aumentado en las últimas décadas, no
son suficientes.
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