En este 19 de noviembre, Día Mundial del Saneamiento, Naciones Unidas no sólo nos recuerda que el agua potable y el saneamiento son derechos humanos, sino que garantizar esos servicios salva diariamente decenas de miles de vidas frente a la covid-19. A falta todavía de fármacos eficaces, garantizar una higiene adecuada con agua y jabón, junto a la mascarilla, la distancia y la ventilación, viene siendo una especie de vacuna global frente al virus. Se estima que unos tres mil millones de personas no disponen en sus viviendas de un simple lavabo o de una pileta donde lavarse las manos, mientras 4.500 millones carecen de servicios de saneamiento básicos, ya sea un cuarto de baño o una letrina.
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